He descubierto que el dark academia es un subgénero que disfruto un montón y este libro llamó mi atención porque tiene vinculación con el tarot, la adivinación y un ambiente académico.
Ann, nuestra protagonista, es quien carga todo el peso de la historia y lo hace de la mejor manera, sin saber cómo hacerlo. Ann acaba de terminar la universidad y, como toda estudiante de una licenciatura de artes, busca hacer un posgrado, pero todos la rechazan por el campo tan selecto en el que se especializa, el renacimiento; el único lugar que la acepta es Nueva York, pero cuando llega ahí se encuentra con el primer obstáculo: su mentor está fuera del país y, a falta de él, su posgrado se cancela. Sin saber cómo, Ann se encuentra aceptando una pequeña estadía de verano en Los Claustros, un museo gótico donde desarrollará un nuevo enfoque, comprobar que el tarot es más antiguo de lo que se cree. Ann es una protagonista como pocas, no es mi favorita pero en ningún momento la detesté, solo es una joven a mediados de sus 20's que terminó una carrera, que no sabe qué hacer con lo que se supone es el resto de su vida, está perdida, no tiene amigos que la apoyen o un ejemplo a seguir que le dé guía, ya que lo más cercano a uno era su padre y este falleció recientemente, y que busca desesperadamente algo de significado o encajar en algún lugar, así que cuando se le presenta la oportunidad la acepta y exprime hasta la última gota. Lo que más disfruté de ella es que aparentemente es un personaje simple y plano, pero tiene muchas capas y mientras más descubrimos, más empatizamos con ella.
Los personajes secundarios son totalmente acertados y no es necesario tener un amplio repertorio de ellos para hacer que la historia funcione porque todos tienen muchos matices y se exploran tanto como es posible.
La que más destaca es Rachel, la compañera de Ann en los claustros. Ella es el cliché de la popularidad adolescente llevado a la vida adulta: es bonita, lista y rica, por lo que todos quieren hablar con ella, ser sus amigos o simplemente estar cerca de ella porque su aura atrae y, muy en el fondo, sabes que hay algo oscuro oculto en ella y te hace querer descubrir la verdad. Y lo anterior aplica para uno como lector, quedé fascinado con ella y quería exprimir todos los momentos en los que aparecía porque su presencia hacía que las cosas se pusieran interesantes.
Aparecen otro par de secundarios que aportan bastante, pero en los que no me quiero entretener mucho porque esta no es su historia: Leo, el interés romántico de Ann, una persona que no busca ataduras sentimentales y tiene un alma bastante indie y una red flag andante; y Patrick, el que se salva a Ann de volver a su pueblo y se la lleva a los claustros, un académico que ha perdido contacto con la realidad y que cree que sus estudios sobre el tarot pueden revolucionar la concepción del arte y el esoterismo.
La ambientación es absurda y fantásticamente intelectual, disfruté mucho la forma en la que la autora nos sumerge en el ambiente frío y gótico los claustros y la dinámica que manejan ahí dentro: un trío de intelectuales del arte que se la pasan buscando referencias a que el tarot tiene un origen más antiguo del que se cree y que este no siempre fue ocupado de forma recreativa sino de forma seria, como tipo oráculo, para predecir realmente el futuro. Fui fan de cómo Ann, una persona escéptica y racional, cae en la tentación del tarot, las predicciones, la fantasía de poder interferir en el destino y el pensamiento mágico del esoterismo.
Tengo que admitir que luché bastante con la narrativa, me costó sumergirme de lleno en la historia porque es bastante descriptivo sin razón y se hace mucha referencia al arte y al concepto del mismo, pero todo esto es con un cometido, que te sientas dentro de los claustros y puedas tener la sensación de ser un intelectual del arte que encuentra la pieza de arte renacentista perdida. Me gustó que el misterio se manejara en un tono muy bajo-casi-imperceptible y que la tensión fuera aumentando sin darnos cuenta hasta que todo se pone de cabeza y simplemente tienes que admitir lo sucedido porque, aunque puedes verlo venir, sigue siendo sorprendente.
En resumen, Los claustros, es una historia de un verano intelectual impregnado de una obsesión irracional hacia el pensamiento mágico con un toque gótico perfecto y una narración pausada que da el tiempo necesario para absorber cada gota de lo que sucede.
Erick
¡Hola Erick! No conocía este libro pero ya desde la portada me llama la atención. La sinopsis parece interesante así que puede que disfrute de esta lectura.
ResponderBorrarMe lo llevaré apuntado para próximas lecturas.
Nos leemos
Hola Erick!!
ResponderBorrarPara mi mezclan mucho con el tema de Dark academy, se me hace una mescolanza de cosas en este sub genero. Porque yo tengo entendido que son libros que mezclan temas como lo sobrenatural y lo académico. En fin gracias por la recomendación y reseña.
Besos💋💋💋
¡Hola, Erick!
ResponderBorrarNo conocía este libro ni he leído a la autora. Gracias por tu completa y sincera reseña, la verdad es que, por todo lo que nos cuentas, "Los claustros" no me llama mucho la atención, así que dejaré pasarlo, prefiero bajar mi lista de pendientes ;)
Un fuerte abrazo.
Parece un buen libro. Tomo nota. Te mando un beso.
ResponderBorrarHola!! la sinopsis pinta muy bien y aunque de momento no planeo leerlo lo tendré pendiente para un futuro pues tiene cosas que me llaman y podría gustarme.
ResponderBorrarLa portada me parece preciosa, pero la historia no me llama nada la atención, y más teniendo en cuenta el ritmo que mencionas.
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