Una creación monstruosa - Mackenzi Lee

Título original: This monstrous thing

Autora: Mackenzi Lee

Libro autoconclusivo

Género: histórica, retelling

Editorial: Puck

¡gracias a la editorial por el ejemplar!

Páginas: 284

Calificación: ★★★★.25

Cuando se trata de Frankenstein me puedo tornar un poco tóxico, al ser mi clásico favorito cualquier cosa que tenga relación con él tiene que ser mía, y si es un retelling estoy hundido hasta el fondo. El último que leí fue El oscuro descenso de Elizabeth Frankenstein y fue una gran decepción, así que cuando supe que Puck traduciría el que hizo Mackenzi Lee algo dentro de mí se iluminó porque me gusta bastante la manera en que la autora escribe histórica y siempre es una bendición regresar a Victor y su creación.

1818 y un libro de ciencia ficción totalmente monstruoso se está haciendo popular: Frankenstein. Su popularidad no se debe a la ficción de un hombre siendo revivido de una forma abominable, el libro está en boca de todos porque se rumorea que está basado en hechos reales, que existe un verdadero hombre construido de partes humanas y vuelto a la vida contra toda ley, si ya existen personas con prótesis mecánicas que andan por la calle, ¿qué le impide a los Aprendices de Sombras cruzar la barrera entre la vida y la muerte? 

Alasdair y su familia son parte de este grupo que se dedica a crear partes mecánicas (tipo manos, brazos, piernas, etc) para que puedan ser usadas por aquellos que necesitan y pueden adquirirlas, esta actividad es un secreto que deben guardar de todos, a la vista de todos son simples jugueteros. Pero hay un secreto aún más oscuro que esconde Alasdair, que tiene que ver con su hermano mayor, Oliver, quien se supone lleva dos años muerto, pero gracias a la ciencia y la terquedad de Alasdair, sigue vivo y tal parece que alguien traicionó su confianza al publicar la forma en la que este acontecimiento fue posible. Solo tres personas saben el proceso exacto y el descubrir quién reveló toda la información puede ser uno de los golpes más duros que ha recibido Alasdair.

Espero, de verdad espero, se haya entendido algo con esa sinopsis porque me costó mucho trabajo escribirla y hacer que tuviera sentido... al menos un poco. Parece excusa, pero real, llegué a este libro sin saber nada de la trama más que lo mínimo que ya les expliqué antes de la sinopsis y conforme pasaban las páginas más iba descubriendo de la increíble y retorcida trama que Mackenzi Lee nos tenía preparada. Ya que estamos hablando de la trama, oh, es magnífica, muy creepy, tiene mucho drama y sientes todas las vibes del clásico original: oscuridad, corrupción, ganas de hacer el bien y un Victor (en este caso Alasdair) atormentado por lo que hizo. Y si bien se siente algo plana (tipo no tenemos muchos matices que nos arranquen suspiros o nos pongan las manos sudorosas), no es nada simple y sí está llena de plots que llevan la historia a un nivel diferente, y sin dudas te mantiene inmerso en cada página.

¿Podemos hablar de lo perturbadora que es la idea de que Frankenstein esté inspirado en hechos reales? No estoy seguro de cómo se llama al tipo de historias que simulan ser reales y que la historia que conocemos es un retelling, pero amo eso cuando se sabe llevar. Y Mackenzi Lee fue una diosa al hacerlo. De verdad pude ver reflejado un ambiente real en la historia, y no real como algo bien ambientado/construido sino como algo que de verdad sucedió, como si lo leyéramos en un libro de historia y pudiéramos avergonzarnos de lo sucedido. Fantástico.

Los personajes. Por el amor de Dios, son preciosos y están tan bien construidos que no puedo evitar ser fan de cada uno aunque los deteste.
Alasdair, nuestro protagonista. Lo sentí totalmente Victor, tiene su ímpetu, ambición, impulsividad, inteligencia y esa oscuridad que tanto me gusta. A diferencia de Victor, Alasdair no deja a "su creación" a la deriva, ni mucho menos lo rechaza. Lo que nos lleva al matiz más importante del personaje: no fue solo ambición y fanfarronería el querer crear vida de la muerte, Alasdair tiene sus motivos bienintencionados y fue la muerte de su hermano, Oliver no podía morir y la ciencia, lo prohibido, era su único recurso, así que lo aprovechó. Y sí, como era de esperarse, tengo un medio crush con él, no era tan difícil de imaginar.
Oliver, la creación monstruosa. Con él no tengo ni cómo empezar. Es totalmente la creación de Frankenstein en el clásico original, no hay forma de describirlo mejor, tiene toda la inocencia, bondad, amor dentro de él y al mismo tiempo se está corrompiendo porque el mundo es cruel con él y con lo que es. A él de verdad lo quiero con el alma y me dolió que muriera y fuera resucitado para vivir en las sombras. Logramos conocerlo a través de los recuerdos que tiene Alasdair y entendemos perfectamente la razón de querer regresarlo a la vida; Oliver era/es un pan de dios que merece ser protegido a toda costa.
Existen varios, de verdad varios, personajes secundarios más, y no quiero arruinar la sorpresa de su descubrimiento, pero amé a Mary y Clérence, son muy originales y aunque una es nefasta, hace que la historia funcione de maravilla.
Y esa es la cuestión con los personajes, al menos con los hermanos, capturan a la perfección la esencia de Mary Shelley, pero dándole el toque de autenticidad necesario para saber que no es una copia.

La narración es en tercer persona, como estamos acostumbrados a leer a Mackenzi y es brillante. Está cargada de descripciones, sentimientos, acción y frases increíbles. Y no es por seguir alabando a la autora, pero este es uno de sus primeros libros, I mean, fue publicado en 2015 y sin dudas está a la altura de lo que escribe hoy en día. Además en los caps tenemos partes donde nos remontamos al pasado, a todo lo que Alasdair quiere olvidar, a partes sueltas del accidente que nos orilló a todo lo que pasa en la actualidad. Es fantástico cómo con la mínima cantidad de momentos sueltos que nos da la autora la historia fluye tan natural. Fan, fan, fan.

¿Y el villano? Bueno, en el clásico original el villano era nuestro Victor precioso y su criatura era el que sufría. Aquí no. Ciertamente no considero a Alasdair un villano, ni a Oliver la pobre criatura desamparada. Tampoco creo que quien haya "filtrado" la historia de la resurrección de Oliver para escribir Frankenstein sea el villano porque al final es ficción más del 85% de lo que se cuenta, ni siquiera al dr Geisler lo considero un villano (de él no les hablé en los personajes, pero es, digamos, un maestro, una inspiración para Alasdair, pero está sediento de poder y conocimiento al grado de obsesionarse con crear vida y ponerle las cosas un poco raras a nuestros protagonistas). Los verdaderos villanos, as always, somos los humanos al creernos superiores a todos, cómo algo diferente nos asusta y queremos que la "normalidad" no se altere por ningún motivo... incluso aunque esa alteración sea positiva. Los privilegiados viendo hacia abajo, con arrogancia y desprecio, siempre.

Ahora bien, ¿transmite algún mensaje? Sí, sé que obviamente los mecánicos no existen, pero sí pueden ser un símil a muchas formas de discriminación en la actualidad. Critica el hecho de juzgar y discriminar a alguien por ser ligeramente diferente a lo que la normativa dicta y cómo el creerse "normal" es significado de superioridad, sí, sí, sí, toda esa basura supremacista. Ay, quizá yo ande de rebuscado, pero sentí eso mientras leía, esa pequeña crítica social.

¿Por qué no le dejé las 5 estrellas? En momentos sentí que la historia no avanzaba, que tenía un poco de relleno y sobre todo hay que agarrarle el ritmo a la narrativa de Mackenzi Lee. Igual me habría gustada que se explorara más la relación entre Alasdair y Oliver, de verdad ansiaba por más, pero se quedó corto en ese aspecto. Y hasta ahí porque son cosas subjetivas y no quiero arruinar la buena impresión que intento dejarles. Yo sigo enamorado del libro. Totalmente.

En resumen, Una creación monstruosa, es el retelling/versión de Frankenstein que merecemos y que todos deberían de leer, tanto si aman o no el clásico. Les juro que quedarán enamorados de la historia y querrán (re)leer el clásico original. Así de simple.

Erick