La teoría de lo perfecto - Sophie Gonzales

Título original: Perfect on paper

Autora: Sophie Gonzales

Libro autoconclusivo

Género: contemporáneo, romance

Editorial: VRYA

¡gracias a la editorial por el ejemplar!

Páginas: 350

Calificación: ★★★.5

Sophie Gonzales es de las autoras que más éxito han tenido últimamente y que, aunque ya se ha publicado en español, por primera vez llega a latinoamérica, así que las ganas por leerla eran muchas.

Darcy es especialista en relaciones... a excepción de las propias.

Cuando Brougham la atrapa recolectando las cartas del mítico casillero 89, en el que Darcy opera su negocio secreto de consejos románticos, surge el chantaje: o ella lo ayuda a recuperar a su exnovia o la delatará. Y Darcy no puede permitir que su identidad se haga pública, porque muchas cosas saldrían a la luz y habría muchas chances de que Brooke, su mejor amiga y crush-secreto-que-ama-a-alguien-más, ya no vuelva a hablarle. Así que... si todo lo que tiene que hacer es ayudar a un chico grosero y engreído (e irritantemente atractivo) a conquistar a una chica que ya se enamoró de él alguna vez... ¿Qué podría salir mal?

Diría Taylor Swift "I thing I've seen the film before", realmente siento que es una trama de que se repite en las historias de romance juvenil contemporáneo y al ir definiendo los pormenores de la historia me recordó inmediatamente a The half of it (peliculón, de lo mejor que ha hecho Netflix) por la forma en que se busca la ayuda de un tercero para conquistar (en este caso re) al interés amoroso y a Sex education por el tema de jóvenes buscando ayuda en sus relaciones amorosas y temas de sexualidad que no se abordan, o se brinda la confianza para, en la educación escolar. Es cierto que retoma ciertos aspectos de estas historias, pero no se siente como una copia o refrito de ambas, tiene sus cualidades que la hacen única y refrescante.

Como en cualquier historia contemporánea, los personajes lo son todo y estos están muy bien construidos y con el pasar de las páginas se hacen querer (algunos más que otros).
Darcy, la que dirige un casillero secreto de consejos amorosos, pero que lleva años crusheada de su mejor amiga y no sabe qué hacer. Con ella tuve una relación amor-odio porque amé que fuera una persona lo suficiente inteligente como para dar consejos amorosos con respaldo académico (tanto como una adolescente de diecisiete años puede aprender) y que se comprometiera, tomara con seriedad los asuntos por los que se le consultaba y, en especial, nunca tuviera un tono juzgón o aires de superioridad por creerse emocionalmente más inteligente que los demás. Y por el lado del odio viene que al ser una persona tan consciente de la responsabilidad afectiva hiciera las cosas irresponsables que hace en lo que respecta a su propia vida, es el colmo de lo irreverente y en serio quería gritarle para que se diera cuenta de que estaba metiendo la pata de forma abismal.
Broughman, el que quiere regresar con su ex. Recuerdo perfectamente que empecé detestándolo porque es el típico chico rico que tiene problemas en casa, pero que se hace el fuerte para aparentar que no necesita a nadie y, sinceramente, ese cliché cansa y es cero atractivo y conforme lo conocemos vamos descubriendo su verdadero ser que, para sorpresa de nadie, es dulce, adorable y completamente amigable. Y sí, caí ante los encantos de una acento extranjero y un comportamiento humano decente y con responsabilidad afectiva (aunque me niego a sentir lástima por alguien que es asquerosamente rico y pasa por una situación familiar difícil).

A pesar de ser una trama sencilla (chica ayuda a chico a regresar con su ex y pasan cosas de por medio), el chismecito me motivaba a seguir leyendo. Yo quería saber cómo evolucionaba la relación que tenían Darcy y Brougham porque claramente son incompatibles y aún así deben trabajar juntos, necesitaba saber cómo Darcy no se desmoronaría por los secretos que guardaba del mal que hizo en el pasado y cómo resolvería de forma satisfactoria el asunto de babear, literalmente, por su mejor amiga. Todas estas cosas relativamente "sencillas", pero son adolescentes y con ellos nada es sencillo, todo es caos, drama, estupideces, traiciones (¿traiciones?) e improvisar sobre la marcha.

Se nota que Sophie Gonzales es psicóloga y se ve reflejado en los consejos del casillero 89 y la terminología empleada: se habla de los tipos de apegos emocionales, lo que es la responsabilidad sexual y afectiva, sobre el conocer tu cuerpo y la importancia de no cruzar límites personales, o dejar que alguien más los cruce, con tal de complacer a alguien, incluso si ese alguien es tu pareja. El único pero que le pongo a esto es que quizá se sienta un poco educación sexual moderna por lo académicamente densos que son algunos párrafos, igual se aprecia el gran esfuerzo que hace la autora por darnos este tipo de información en forma casual, amigable y totalmente enfocada al público juvenil y que se pueda trasladar a lo que viven día a día.

La autora nos da representación, representación y más representación LGBT+ porque puede y es necesario. Nuestra protagonista es bi, su mejor amiga es lesbiana, su hermana es trans, en alguna carta habla sobre la asexualidad e inclusive hay un club queer escolar donde se habla abiertamente de asuntos que les inquietan y aquejan. Y me gustó que se pusiera especial foco en la bifobia, en cómo se percibe a las personas bi por el hecho de estar en una relación que podría parecer hetero y también cómo se les juzga por estar en una relación con una persona de su mismo sexo; se hace un debate muy bonito en el que los personajes hablan con el corazón en la mano, los sentimientos a flor de piel y total honestidad, sin prejuicios, clichés y se rompen tabúes.

En resumen, La teoría de lo perfecto, es un libro juvenil ideal para traer temas necesarios a la mesa sobre sexualidad de una forma que es amigable, pero sin dejar de lado ningún aspecto relevante o quitarle seriedad. Sin dudas me quedo con ganas de seguir leyendo más de la autora.

Erick