Cleopatra y Frankenstein - Coco Mellors

Título original: Cleopatra and Frankenstein

Autora: Coco Mellors

Libro autoconclusivo

Género: contemporáneo

Editorial: Plata

¡gracias a la editorial por el ejemplar!

Páginas: 440

Calificación: ★★½

Me emocioné cuando se anunció el relanzamiento de este sello porque se mencionó que estaría centrado en ficción más adulta y especulativa, justo lo que busco para variar mis lecutras. Cleopatra y Frankenstein sería una de sus primeras novedades y perdí la cordura porque pintaba para ser LA historia del año.

Nueva York se está escapando del alcance de Cleo. Sí, se pasa más de una noche a la semana en distintas fiestas, pero no conoce a nadie. Su visado de estudiante está a punto de expirar, y ni siquiera tiene dinero para comprar tabaco. Pero entonces conoce a Frank. Veinte años mayor que ella, la vida de Frank está llena del éxito y los excesos de los que la vida de Cleo carece. Él le ofrece la posibilidad de ser feliz, la libertad para pintar y la oportunidad de pedir un permiso de residencia. Ella le ofrece una vida repleta de belleza y arte y, con un poco de suerte, una razón para beber menos. Son todo lo que el otro necesita ahora mismo. Cleo y Frank se lanzan de cabeza a una relación a la que ninguno de los dos puede seguirle el ritmo; una relación que transforma sus vidas y las de quienes los rodean. Este encuentro casual entre dos extraños al salir de una fiesta de Nochevieja lo acaba cambiando todo, para bien o para mal. Cleopatra Frankenstein es una novela debut impresionante y dolorosamente cercana sobre las decisiones espontáneas que transforman vidas enteras y sobre esas relaciones imperfectas que nacen de unas veladas perfectas e inesperadas.

Es bastante obvio que no hay una trama definida, es una historia de personajes y seguirlos en su accidentada vida esperando su crecimiento y deseando lo mejor para ellos es nuestro propósito al momento de leer. Así que esperar una trama elaborada, con giros inesperados y situaciones que quiten el aliento es algo sinsentido porque claro, podemos querer que pasen determinadas cosas, pero al final de día los personajes tomarán sus propias decisiones porque, eso tengo que aplaudirle a la autora, son humanos y están más propensos a equivocarse que a acertar.

Los protagonistas no pudieron darme más igual, nunca pude conectar con ellos y mientras más los leía en primera persona más lejano a ellos me sentía.
Cleo, una artista londinense de 24 en Nueva York. Cleo es de los personajes más interesantes por todas las circunstancias individuales que la han formado: desde un padre ausente, una madre depresiva, amigos que solo traen consigo fiestas con alcohol y drogas, hasta un marido alcohólico que cree que el dinero es la mejor forma de expresar su amor. Desde el primer momento me enamoré de ella, pero queda reducida a ser la atormentada chica guapa de cuerpo espectacular que roba las miradas a todos y que se casa con un ricachón solo por la green card, que es más codiciada para ser poseída que para ser entendida y, lo más triste aún, Cleo se compra y convierte en esta versión que todos ven de ella.
Frank, un cuarentón rico cuyo mejor plan es emborracharse hasta perder la consciencia. Es un famoso creador de anuncios y la envidia de la mayoría porque es la representación del éxito: riqueza, fiestas con alcohol y drogas de sobra y, recientemente, una esposa joven y bella. A Frank no hacen más que pintárnoslo como un señor de buen corazón que se preocupa por los demás y agradable. En mí opinión no es más que un señor egoísta, un borracho que solo busca satisfacerse y regodearse en la admiración de los otros. Pudo haber sido peor, eso sí, porque si bien no lo quise, tengo que reconocer que entre el mal no es violento y tiene cualidades bondadosas y redimibles (que están lejos de enamorarme o hacer que sienta el más mínimo aprecio por él).

De su matrimonio no quiero hablar porque se intuye todo, se conocen en un momento de debilidad y calentura, se dejan llevar por sus instintos (sin mala intención), pero tan rápida como fue la subida es el bajón y todo se va a la mier**. Esto no es ningún spoiler porque se sobreentiende que con personajes así de rotos las cosas no pueden ir bien, así que lo interesante es ver cómo llegan a este momento y cómo lidian con los problemas para hacer funcionar lo que con tanta esperanza construyeron una nochevieja.

No encontré el sentido de poner la voz de otros personajes secundarios y contarnos sobre sus vidas más que para poder ver a Cleo y Frank desde una óptica del amor, la envidia y compasión para así tener un poco de cariño por ellos y, en cierto sentido, funcionó porque los quise más cuando ellos no eran los narradores e inclusive sentí lástima por su matrimonio y las circunstancias que los llevaron a donde están. PERO tengo que rescatar que hay un par de secundarios que son una joya tremenda y no puedo dejar pasarlas por alto.
Eleanor, un personaje super secundario, pero que con un solo capítulo se roba todos los reflectores. Es una mujer a mediados de sus treintas que está perdida porque acaba de iniciar un nuevo trabajo y no cree que sea el mejor momento para cualquier persona iniciar de cero su carrera y regresar a vivir con su madre. Me encanta la sensibilidad y transparencia con la que Eleanor está escrita, se nota que está dolida, perdida, triste y anhelante de que le pasé algo por milagro. De entre todos los personajes que presenta el libro ella es la más simple y lo podemos apreciar desde la forma en que está narrada: con párrafos cortos, fragmentos sueltos y aleatorios de su vida cotidiana que no aportan absolutamente nada a la historia o su crecimiento y ese es precisamente el punto, no todo tiene que ser significativo, duro o alocado para ser vivido. Es fácil empatizar y quererla.
Zoe, la hermana de Frank. A ella la conocemos desde los primeros capítulos y se nos presenta como una joven caprichosa que desaprovecha la vida porque el privilegio le tiene vendados los ojos y no es consciente de que está dejando pasar el mejor momento para crecer, personal y profesionalmente, al perderse en los abusos. Pero no es hasta el capítulo 14, a cerca de 100 páginas de terminar, que logré conectar y ver una evolución en ella (cosa que no hacemos con los otros personajes), y encontrarme con una absoluta joya porque, en su mayoría no tenemos a Frank ni Cleo, y transmite simpleza, calidez, comprensión y un despertar que dan ganas de vivir ahí por siempre.

Las conductas tóxicas se romantizan y fue una decepción tremenda porque se hace foco en lo mal que están determinadas situaciones o cómo las cosas se descontrolan para los personajes, pero no hay ninguna repercusión verdadera porque SON RICOS Y PRIVILEGIADOS y ese simple hecho sirve para que con un cigarro, una copa de vino y una línea de coca la vida continúe como si no hubiera pasado nada y los demás sigan admirando el privilegio que los protagonistas conservan sin importar qué. Sí que se tocan los temas de la salud mental como el alcoholismo, la drogadicción y la incertidumbre de no saber qué hacer con tu vida, pero ninguno se sintió real, todo parecía cinematográfico, como puestos por el mero hecho de darles una tragedia a los personajes para forjar su personalidad y, no seré puritano, es válido, pero esto se vuelve su personalidad, no en el buen sentido, y aburre. Lo peor de todo es que los temas están tocados a la ligera, sin una verdadera base para sustentarlos, y la forma en que evolucionan es absurda y de risa si es que no estuviera enojado por todo lo que hace la autora.

Por último, en esta secuencia de atropellos que condujeron al fracaso a una de mis traducciones más esperadas, la narrativa es INSOPORTABLEMENTE PRETENCIOSA, llena de reflexiones sinsentido, fragmentos de escenas que no aportan en lo más mínimo a la construcción o evolución de los personajes y de datos de los personajes que entran en saco roto porque no van a ningún lado. Y, para empeorar todo, tenemos capítulos inmensamente largos, haciendo que el libro se vuelva pesado, aburrido y, en más de una ocasión, me encontré preguntándome si era necesario leer la otra mitad del libro para comprender al final (spoiler alert: ¡sí es necesario!).

En resumen, Cleopatra y Frankenstein, es una historia en extremo pretenciosa que romantiza un matrimonio tóxico donde será difícil conectar con los protagonistas y sus situaciones porque están rodeados de privilegio y no llegan a sentirse humanos. Veo mucho potencial en la forma en que la autora escribe, así que no descarto leer su próxima novela.

Erick