Sí, no, tal vez - Becky Albertalli, Aisha Saeed

Título original: Yes, no, maybe so

Autoras: Becky Albertalli, Aisha Saeed

Libro autconclusivo

Género: contemporáneo, romance

Editorial: Puck

¡gracias a la editorial por el ejemplar!

Páginas: 416

Calificación: ★★★★

Simon vs the homo sapiens agenda se convirtió en uno de mis libros favoritos y eso hizo que automáticamente quisiera leer todo lo que Becky Albertalli publicara, este libro en específico llevo esperándolo desde que fue anunciado (hace más de dos años :c) y cuando por fin lo tradujeron yo no podía más que morir de la emoción y las ganas de leerlo ya. :3

El sueño de Jamie es ser político para crear un cambio, incluso está completamente involucrado en las elecciones estatales. Su impedimento para cumplirlo es su incapacidad para conectar más de dos palabras cuando se encuentra frente a un extraño.
Maya está pasando el peor Ramadán de todos, su viaje a Italia se canceló, su mejor amiga no tiene tiempo para ella y sus padres se están separando. Su mundo se está cayendo a pedazos y no hay nadie a quien pueda acudir.
Encontrarse en un evento público no es algo que esperaban, pero para sus padres parece ser el momento ideal para reavivar su amistad y, de paso, crecer personalmente: Jamie venciendo su miedo a hablar con desconocidos y Maya teniendo una actividad para distraerse en vacaciones, todo esto mientras hacen campaña para que no gane de nuevo un demócrata. Salir a hacer campaña no parece tan mala idea después de todo, pues Maya y Jamie están convencidos que con su esfuerzo podrán crear un cambio y disfrutan la compañía uno del otro, quizás más de lo que se espera entre dos amigos.

Sabía que la política iba a estar involucrada en este libro, pero no esperaba que la mayoría de la trama se basara en eso, en nuestros protagonistas haciendo campaña electoral, en vernos tan envueltos en su proceso interno y que uno de los plots principales estuviera relacionado a los resultados de la elección. De igual manera todo esto se complementa con nuestros protagonistas porque, aunque ellos no tienen edad para votar, saben que los resultados los afectarán directamente e, inclusive, puede poner en peligro la manera en la que viven su día a día.

Claramente quien se lleva la mayor carga son los protagonistas, ambos son únicos y preciosos, me encariñé demasiado con cada uno y no pude evitar empatizar con todo lo que vivían.
Jamie, el chico que es demasiado nervioso de todo y que tiene miedo de hablar con otras personas. Él es todo un caos porque está lleno de sueños e inseguridades, lo peor es que estas inseguridades se interponen para que pueda cumplir sus sueños. Jamie quiere ser político, pero tiene una especie de fobia social y le es imposible hablar en público y así como esa contradicción, otras más. Amé ver cómo crecía con cada decisión que tomaba y que, aunque estaba lleno de miedo, decidía seguir adelante y hacer frente a las adversidades que se le presentaban.
Maya, la chica que creía tener su vida en orden, pero a la que se le está cayendo en pedazos. Si bien no es mi favorita y en momentos llega a ser un poco exagerada en algunos aspectos de su vida, es imposible no quererla y entender por qué llega a hacer drama por las situaciones que vive porque ella tenía todo estable, una familia unida, vacaciones aseguradas y una mejor amiga que estaba para ella sin importa nada y, de la noche a la mañana, sus padres pasan por una ruptura, sus vacaciones en lugar de ser en Italia serán en el sillón de su casa y su mejor amiga se irá a otro estado prematuramente, y nada de esto es fácil de asimilar. Para Maya hacer campaña electoral es más un compromiso que algo en lo que ella crea, pero mientras más tiempo pasa haciéndola se da cuenta que es algo que de verdad vale la pena hacer y verla reaccionar y tomar conciencia de las problemáticas políticas actuales fue descorazonador porque el hecho de que viva una vida privilegiada no la exenta de la discriminación.

Podría parecer irrelevante leer sobre las campañas electorales en USA, pero con esto viene toda la carga de crítica social porque nuestros protagonistas están en contra del partido republicano que busca prohibir muchas cosas, en especial aquellas que tienen que ver con la religión y la libertad de ser. Hay una fuerte reflexión relacionada a la forma en qué son percibidas las personas que no practican una religión cristiana o católica y cómo son percibidas debido al odio que los medios se encargaron de difundir y que, aunque se ha avanzado y trabajado en temas de tolerancia y respeto, aún quedan prejuicios muy arraigados respecto a que si una persona no es blanca y practica una religión no occidental, automáticamente es percibido como un enemigos de los valores conservadores y una amenaza a la seguridad pública (sí, se toca el tema del uso del hiyab y cómo las mujeres que lo portan son percibidas como terroristas). En fin, hay varios temas más que se abordan y que, en primera instancia, solo afectan a la población de Georgia (lugar donde se desarrolla la historia), pero que si ponemos un poco más de atención pueden ser extrapolados a cualquier realidad y da miedo pensar que cosas como las que se llegan a discutir aquí sigan ocurriendo, defendiendo y alentando.

Tenía miedo de leerme cuatrocientas páginas de romance y política, pero la trama no solo se centra en esto, sino que hay más elementos acompañantes igual de importantes y cuyas tramas se desarrollan: la familia y la religión. Maya es musulmana y nos adentramos en sus tradiciones, en especial el Ramadán y lo que significa para ellos ayunar y las implicaciones que esto tiene a nivel emocional (e inclusive lidiar con el hambre, algo que está muy presente en estos días); y por parte de Jamie, él es judío y nos vemos envueltos en los preparativos para un bat mitzvá y el significado que esta celebración tiene. Respecto a las familias, la de Jamie es hermosa, caótica y tienen mucha relevancia en lo que sucede porque son muy unidas a él y también están inmersas en la campaña política (la hermana de Jamie es una joyita, deben conocerla, les va a robar el corazón); y la familia de Maya es un desastre, pero sus padres hacen lo mejor que pueden y, lo más importante, están para ella y la apoyan tanto como pueden.

El romance es ideal y más si te gusta el slow burn, no es empalagoso y tiene muchos momentos donde Maya y Jamie son tiernos y tontos y nerviosos y se rehúsan a ver que entre ellos pasa algo y están llenos de miedo y entusiasmo. Todos los momentos que comparten este par me dieron vida porque no solo hay momentos superficiales de risa, sino que también hay momentos de seriedad y profundos donde logran abrirse y ser completamente honestos el uno con el otro sobre sus miedos y, lo que más amé, se apoyan incondicionalmente. Sí, la construcción del romance es PERFECTA, en especial para aquellos que no disfrutamos de él.

En resumen, Sí, no, tal vez, es una historia ligera, divertida, con personajes únicos, un buen desarrollo del romance y con una gran reflexión sobre varios temas de relevancia actual y, aunque está enfocado en crear conciencia en las personas de USA sobre las votaciones, todo se puede extrapolar e invita a la reflexión de una manera muy empática. Sin dudas Becky Albertalli se consagra como una autora a la que seguiré leyendo.

Erick