Esos monstruos a los que amamos - Andrea Tomé

Título original: Esos monstruos a los que amamos

Autora: Andrea Tomé

Libro autoconclusivo

Género: contemporáneo

Editorial: VRYA

¡gracias a la editorial por el ejemplar!

Páginas: 399

Calificación: ★★★.5
 

Andrea Tomé es una autora a la quería leer desde su primer libro publicado, Corazón de mariposa, pero que por distintas razones no pude conseguirlo. Hace un par de años (quizás más) me hice con El valle oscuro, pero nunca me sentí en el mood para leerlo. Hizo falta que Meli, editora de VRYA, contara la sinopsis que sonó devastadora, para decidirme a por fin leer a la autora.

Cass necesita llegar a Texas antes de Navidad, cueste lo que cueste. Incluso si eso significa subirse al coche de su misterioso compañero de trabajo, Henry Buckley.

Él acepta llevarla, pero con dos condiciones:

1. Henry conducirá de noche y Cass durante el día.

2. Cass tiene que comer.

Ella acepta, pero, a cambio, Henry debe responder a sus preguntas. Sin perder ni un minuto más, se echan a la carretera. De la soleada Santa Bárbara al hotel encantado de Arizona, pasando por el supuesto ovni de Nuevo México. Cada kilómetro los acerca más a su destino y saca a la luz los monstruosos secretos que ambos guardan.

La sinopsis suena superficial y casi no revela nada de información sobre lo que la trama tiene para ofrecernos, solo que tenemos que descubrir los secretos más oscuros y que más aterrorizan a nuestros protagonistas. Es obvio que no hay un gran plot, pero conforme avanza la historia se nos dan indicios que una hay algo oculto y que sin dudas nos dejara impactados. Lamentablemente sentí que esta última parte quedó a deber porque la autora decide concentrarse más en construir la relación que tienen nuestros protagonistas que en el trasfondo de la historia.

Es claro que los personajes son quienes cargan toda la historia y, no lo negaré, son únicos a su manera y con una construcción muy interesante.
Cass, la chica de 17 que necesita viajar a Texas para visitar a su mejor amiga. Su historia no es tan complicada, pero sí intensa, es una chica a la que le cuesta hacer amigos, porque se muda constantemente de casa, hasta que conoce a Nora y siente una conexión que no sintió con nadie más: comparten el mismo secreto, ambas tienen un trastorno de la conducta alimenticia que ocultan del mundo. Cass estando en otro estado ha podido recobrar un poco su salud y estabilizar su peso, pero en cuanto se entera que Nora será internada para poder controlar su peso, sabe que debe verla antes de irse, aunque eso implique viajar con un compañero de trabajo al que casi ni conoce. Cass es un personaje imperfecto, con muchas decisiones cuestionables y que en más de una ocasión te saca de quicio, pero eso la hace humana. Sin dudas es un fiel retrato sobre lo que es sufrir un TCA y es desgarrador a diferentes niveles, pues Cass revive los pequeños comportamientos del trastorno, pero al recordar lo que vivió con Nora es el momento de mayor proyección y vulnerabilidad. Me quitó el aliento y dejó con una sensación de dolor; si hubiera sido un libro completamente enfocado en su historia no dudo que sería una joya absoluta.

Henry, el chico misterioso del que nadie sabe nada. Sin dudas es quien carga toda la historia y quien hizo que hubiera algo por lo que mereciera la pena seguir leyendo. La autora sin dudas se esforzó un montón en armar su trasfondo porque es doloroso como el demonio, Henry tiene una familia amorosa y que cualquiera envidiaría, un par de mejores amigos con los que comparte sueños y un talento para el americano que le puede garantizar una buena universidad y un futuro prometedor, todo es perfecto hasta que un par de asuntos políticos y de otra naturaleza se atraviesan en su vida y cambian radicalmente todo lo que creía conocer y querer. Descubrir la vida de Henry es un deleite y no pienso spoilear ningún aspecto porque vale cada página y me quedé con sed de más de él, si hubiera sido un libro completamente enfocado en su historia sin dudas sería una joya.

¿Mencioné que la historia está ambientada a finales de los 90's? Amé esto porque aún en esa época los secretos que guardan nuestros personajes están lleno de estigmas: los trastornos alimenticios son una realidad entre la población adolescente que todos prefieren negar hasta que conocen a alguien que la padece y, aún así, no logran comprenderla del todo porque ¿quién rayos no querría comer? Aunque nunca se hace mención a temas de homofobia en el presente, queda claro que Henry no revela nada de su identidad por obvias razones. Y ver a ambos entender su realidad en un contexto tan áspero y darse la mano para evitar ahogarse, aunque uno estuviera peor que el otro, fue algo que me conmovió y valoro un montón.

Como extra, hay un toque sobrenatural muy interesante que está plagado de clichés que rayan en la comedia y eso hace que se aligere un montón la carga emocional de ambos personajes. Me encantó ver cómo determinadas cosas de la creencia popular son adoptadas como canónicas y, sin duda, fueron el respiro que llegué a necesitar dentro de tantos sentimientos.

En resumen, Esos monstruos a los que amamos, es una historia sobre el dolor, las batallas que se pelean en silencio y las cosas con las que debemos hacer las pases para crecer. Sé que no es el mejor libro de Andrea Tomé, pero puedo ver su potencial y leeré más de ella.

Erick