Este libro tengo queriéndolo leer desde que se anunció, allá por el lejano 2020. Por cuestiones que nunca entenderé en la vida, su publicación se limitó a Argentina... pero fue a finales de 2023 cuando por fin se nos hizo ver la publicación internacional de este libro y el hype nunca decayó.
Estamos ante un fantasy magníficamente construido: un mundo que acaba de entrar en caos con una clara división de clases sociales basada en la sangre y lo que esta puede hacer, dar poderes; un conflicto político por poder; y un secreto que solo los que están en el poder conocen y podría desencadenar una guerra. No es por qué sea Belén Martínez, pero este libro rebosa grandiosidad.
Todos los personajes son un acierto definitivo... aunque hay algunos que me gustaron más que otros pero eso solo tiene que ver con la carga que llevan en el conflicto central.
Anna, la criada que tiene prohibido acercarse al fuego. Es la que mayor evolución tiene, pasó de ser una simple criada a la que todos le hacían el feo y que ella lo acepta a ser la dueña de su propio destino que se cuestiona las posiciones de poder. En su viaje la acompañan un par de esclavos que la hacen replantearse todo lo que siempre ha creído sobre la esclavitud, la servidumbre, las clases sociales y el privilegio. Su crecimiento como personaje es espectacular, desde la parte de descubrir quién es hasta redefinir todo lo que cree.
Bastien, el príncipe marcado por el fuego. Es la definición de grumpy, se la pasa malhumorado todo el tiempo, le gusta estar entrenando y prefiere pasar el tiempo en el campo que en los asuntos de la nobleza. Si bien su viaje es muy importante para la trama, no me sentí especialmente atraído por él ni por su crecimiento... eso sí, sufrí por todo lo que ha sufrido y no le quito mérito a cada cosa a la que se ha sobrepuesto.
Lya, la noble que no tiene gracia ni aspiraciones. La tqm, ella es la que más alejada está de la trama principal, pero página con página no deja de crecer. En su viaje hay dos personajes que pueden ser considerados antihéroes y un romancillo por ahí interesante.
El plot central, el conflicto político por poder entre casas es absolutamente fascinante. Este mundo se maneja por linajes, donde uno es el más fuerte y los demás deben doblegarse, hasta que se cansan y comienzan las traiciones silenciosas y las no tan silenciosas. Ir descubriendo poco a poco los secretos que cada casa noble guarda y las razones por las que incluso mueren por ellos es otro nivel, sin miedo a sonar petulante, pero está al nivel de Juego de tronos, cada punto puesto en la historia es significativo y hace sentido. Fui el mayor fan de cómo se cuidó cada aspecto para que las piezas solas vayan encajando.
La crítica, nada implícita, hacia el privilegio que se nos van dejando es algo para de verdad reflexionar, en especial porque está ligada al concepto del esclavismo y cómo todos, independientemente de la clase a la que pertenezcan, tendrán aunque sea una pizca de clasismo (porque así es como fueron criados y es difícil romper el molde cuando ni siquiera se es consciente de que estás incurriendo en conductas que denigran a los demás).
La construcción del mundo es una completa pasada porque no solamente se nos presentan los poderes como algo que se posee solo por ser de sangre noble, sino que se nos da el trasfondo de dónde vienen estos poderes y cómo se van diversificando: vienen de los cuatro elementos y no forzosamente están ligados a la manipulación del mismo, sino a todas las cosas que pueden derivar de este.
En resumen, Sangre de dioses, es una increíble fantasía con una creación de mundo y mitología rica que nos sitúa en un periodo histórico (para el libro) bastante interesante. Los múltiples pov, las descripciones despiadadas, las críticas al esclavismo/privilegio, así como las traiciones que se van entretejiendo son fascinantes. Sin dudas me quedo con demasiadas ganas de leerme la continuación (que ni fecha, título, ni nada tiene, pero aaaaah!).
Erick
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